lunes, 24 de noviembre de 2008

BAJO RENDIMIENTO ACADÉMICO, FRACASO Y DESERCIÓN ESCOLAR, Y UN CENTRO: “EL ADOLESCENTE”

La adolescencia es un periodo de la vida de los seres humanos que oscila entre la niñez y la adultez, y cuya duración e incluso existencia han sido discutidas y definidas como "Época de Crisis". Las exigencias familiares, algunas veces irrazonables dirigidas a cosas que no tienen mayor importancia, pueden conducir a problemas graves; tal es el caso en relación a la vestimenta, el largo del pelo y el peinado, el cuarto sucio, entre otros. Si bien algunas de estas situaciones suelen solucionarse, no podemos decir lo mismo cuando se tratan del rendimiento académico, ya que cuando un adolescente manifiesta "mal" rendimiento o "bajo" rendimiento los padres se molestan o se asustan y los profesores se sienten amenazados. Tal preocupación no resulta sorprendente si se consideran los datos que se publican acerca de las altas tasas de fracaso y deserción de los alumnos de nuestro país. Más allá de las cifras oficiales, nos encontramos con que el "fracaso escolar" evidencia una dramática realidad que afecta a toda la comunidad escolar: alumnos, padres, profesores y, por ende, al conjunto de la sociedad. Aunque son numerosas las publicaciones sobre el tema que nos ocupa, en este artículo nos proponemos abordar y reflexionar sobre algunos condicionantes del fracaso y la deserción escolar en la enseñanza secundaria.
La adolescencia es una etapa relevante de la vida del ser humano, considerada por poetas y escritores el “segundo nacimiento”, donde se producen cambios sustanciales no solo en lo biológico, sino también en lo psicológico y lo social; suceden en ella momentos que consolidan eventos importantes tales como la “identidad yoica”
Los jóvenes, después de haber desarrollado la función reproductiva y la determinación como individuos únicos, van definiendo su personalidad, identidad sexual y roles que desempeñarán en la sociedad, así también, irán conformando un proyecto de vida presente y futuro que en el mejor de los casos se concretizará con el logro de las metas propuestas, para constituirse como adulto
El inicio y finalización de la adolescencia se determinan socio-culturalmente; en el inter-juego de factores biológicos, legales, sociales e incluso escolares (entre otros) que varían de acuerdo a indicadores (claramente definidos por los teóricos del desarrollo) de culminación de la misma hora bien, su estudio se complejiza cuando se abordan indicadores que nos hablan de su fin psicológico, pues culmina la misma con la construcción de la identidad como una “configuración” de alto grado de complejidad psicológica que González Rey (1989) categoriza como compleja y generadora de tendencias orientadoras a distintas esferas de su vida.
Por otro lado, particularmente en la escuela se observa que los adolescentes muestran expresiones abiertas de esa configuración psicológica en construcción (de la que se hablaba en el párrafo anterior), mediante diversas formas de comportarse; donde el mal manejo por parte de los adultos con los que interactúan, complejizan entre otros procesos el del aprendizaje escolar
Al ser este un momento crucial en cuanto a la toma de decisiones, de proyectos de vida, de planeación de metas futuras que consolidan al joven, es factible que los objetivos trazados se vean afectados por múltiples factores que pueden derrumbarse al sustituirlos o modificarlos, o simplemente desistir de ellos y tomar otros rumbos .

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